De todas las artes, la música es probablemente la que más emociones despierta. Puede arrastrarnos a las lágrimas o a la euforia. Numerosos guerreros de distintas culturas de todos los tiempos han entrado en combate cantando o enardecidos por melodías bélicas.
Los directores de cine nos manipulan con ella. Y los neurocientíficos han descubierto que provoca en el cerebro descargas de dopamina, el neurotransmisor al que se ha llamado “el mensajero del placer”, al igual que lo hacen el sexo o la comida.
¿La música nos hace más productivos?
Sí, según un estudio elaborado por Kathleen R. Keeler, estudiante de doctorado en la Universidad de la Mancomunidad de Virginia y José M. Cortina, profesor de la Escuela de Negocios de esa Institución. Pero no cualquier tipo de composición. Este dúo de investigadores se han centrado en la relación entre las características de la música (como el volumen y si se conoce o no, la letra) y el rendimiento laboral.
El trabajo de Keeler y Cortina concluye que, además de mejorar la productividad, la música hace más felices a los trabajadores. Su estudio se basa en composiciones concretas y su influencia en los empleados con distintos trabajos: de oficina, manuales, repetitivos o creativo, etc.
Por otra parte, el uso de la música para motivar y ayudar al trabajo de los empleados no es para nada nuevo. La empresa estadounidense Muzak Corporation, fundada en los años 30, fue pionera en la venta de “música funcional” después de la II Guerra Mundial, música ambiental que podía escucharse en oficinas y ascensores.
Esta firma se basó en el trabajo de psicólogos cognitivos que establecían el tipo de composiciones a reproducir, y sus características en función de la hora del día: los temas más animados se ponían de primera hora de la jornada hasta las 10:30 de la mañana, y de nuevo después de las 15:30.
En las décadas siguientes, centros comerciales y supermercados han ido aplicando estos conocimientos para impulsar con música el deseo de comprar de los clientes.
Beneficios de escuchar música mientras trabajas
Los beneficios son múltiples, pero es importante tener en cuenta que hay que seguir cierto patrón para que aumente tu productividad:
Por lo demás, parece demostrado que escuchar música mientras trabajas:
¿Burnout?
Por su parte, Eduardo Leal Beltrán, coordinador de la maestría en Psicología Laboral y Organizacional de la Facultad de Psicología de la UANL, aclara que en México, los trabajadores de empresas de manufacturas registran el síndrome de Burnout, caracterizado por el desgaste, apatía e insatisfacción laboral.
En ese caso, si estos trabajadores escuchan música compatible con sus gustos durante sus labores tendrán un mejor rendimiento y concentración, ya que la música es un recurso que al incorporarse en los sentidos de alguna manera inhibe favorablemente la tensión.
Al escuchar la música en un volumen óptimo se aíslan los demás ruidos, lo que evita la distracción y permite la concentración en las tareas diarias.
5 tipos de música que mejoran tu productividad
Teresa Lesiuk trabaja como profesora asistente en la Universidad de Miami en el programa de terapia musical. Parte de su trabajo consiste en investigar el efecto de la música en el rendimiento laboral. De acuerdo con su investigación, las personas que suelen escuchar música terminan sus tareas antes y tienen mejores ideas que las que no escuchan música.
Concretamente, son estos 5 estilos de música con los que se ha comprobado que tu motivación y productividad aumentan:
1. Música clásica
Piensa en Bach, Vivaldi y Handel y la música que componían. La música clásica no es sólo buena para relajarse con una copa de vino después del trabajo. Un estudio que consistía en estudiar a sujetos mientras trabajaban mostró que después de escuchar música barroca 7 de cada 8 se sentían con mejor humor y era más capaces de concentrarse en su trabajo.
Para los principiantes, intentad con “Cuatro Estaciones” de Vivaldi o el concierto de Brandenburgo de Bach.
2. Música de la naturaleza
Imagínate que andas por un tranquilo bosque por el que fluye un río, o paseas por largas playas de suave arena mientras las olas acarician tus pies. La música de la naturaleza es precisamente eso: los sonidos de la Tierra, sin que nadie te moleste. La gente asegura que la música de la naturaleza no sólo te relaja, escucharla mientras trabajas también puede mejorar tu procesamiento cognitivo.
Toma nota: Los sonidos calmantes como el agua fluyendo, la lluvia y el susurro de las hojas van bien. Sonidos como el canto de los pájaros o ruido de los animales pueden ser una distracción. Si quieres probar algo nuevo intenta escuchar música de naturaleza acompañada de instrumentos como el piano o la flauta.
3. Música de videojuegos
Independientemente de si juegas videojuegos o no, esto te puede parecer un poco descabellado. Sin embargo, la música de los videojuegos es perfecta para trabajar porque las composiciones están creadas específicamente para ayudarte a concentrarte en las tareas. Después de todo, construir esa torre o defender a tu personaje de los ataques requiere música que mejore tu habilidad para hacerlo, ¿no?
Y si eres de los que lleva tiempo sin jugar a videojuegos, no te dejes engañar por el término “música de videojuegos”. Mucha está compuesta de manera muy compleja e interpretada por orquestas. Si no tienes ninguna en tu lista, prueba con la banda sonora Bastion.
4. Música épica
Escuchar música épica es una gran formas de motivarse mientras se trabaja. Puede despertar tus pensamientos a la vez que te da la sensación de que estás haciendo algo importante para cambiar el mundo (aunque no lo estés haciendo). Ya sabemos por qué la mayoría de los tráilers de películas usan tan a menudo música épica en el fondo.
Así que estás ahí sentado en tu escritorio con la inspiración por los suelos, ¿por qué no darle a la música épica una oportunidad? Podría ser lo que necesitas para despertar el impulso motivacional.
5. Bandas sonoras ambientales
La música ambiental se define como un estilo de música que pone énfasis en el tono y la atmósfera. Brian Eno, uno de los pioneros en la música ambiental dice: “La música ambiental debe ser capaz de dar cabida a muchos niveles de atención sin imponer ninguna en particular. Debe ser tan ignorable que resulte interesante“.
No importa cuáles son tus gustos musicales, conseguir la máxima productividad tiene mucho que ver con cómo diseñamos nuestro entorno de trabajo. La cuestión no es quedarte con todas, sino las que simplemente sean suficiente para acercarte a donde quieres llegar.
Fuentes:
