Le pregunté a una pequeña flor sobre Dios

Háblame sobre Dios

Interrogué a ésta flor sobre Dios, y ella me contestó que así, pequeña y bella, la había hecho Dios para que yo me diera cuenta que Él había cuidado hasta el más pequeño detalle y demostrarme lo importante que soy para Él.

¿Y cómo me ve Dios?

Además me dijo que yo también existía para hacer más bello lo que me rodea, con mi dulzura, con mi canto, con mi actuar, con mi palabra, con la bondad y hacer saber a los demás que Dios los ama.

La flor estaba agradecida, no por ser tan bonita, sino porque yo había hecho una pausa en mi vida para contemplar a Dios y ella había dado gloria a Dios hablando de su amor.

Y a ti, ¿Qué te dice esta flor hoy?

Que toda la creación alabe al Señor, ¡Aleluya! Alaben al SEÑOR las colinas y montañas, los árboles frutales y los cedros; (Sal 148)

Autor:Don Juan Zarlene