Invertir es el proceso de comprar activos que aumentan su valor con el tiempo y generan rendimientos. En términos generales es poner a trabajar el dinero en algún proyecto o empresa para obtener ganancias, pero las posibilidades donde se puede invertir son bastante amplias, desde acciones, fondos y bonos, hasta materias primas.
Escoger dónde invertir debe estar ajustado a las necesidades y expectativas de cada inversor, por lo que a continuación, exploramos algunas de las formas de inversión más populares.
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La finalidad de invertir es hacer que nuestro dinero crezca con el tiempo y poder tener un rendimiento positivo y significativo en nuestros ingresos. Sin embargo, debemos tomar en cuenta que para cualquier inversión el riesgo y el retorno, o rendimiento, vienen juntos, así que debemos decidir cuánto dinero estamos dispuestos a arriesgar.
Por lo general, un riesgo bajo conlleva a rendimientos más bajos, en cambio, una inversión más arriesgada vendrá acompañada de rendimientos más altos. Los inversores siempre buscan obtener el mejor retorno del mercado posible, es decir la mayor tasa de rentabilidad al momento de hacer una operación. Por eso debemos considerar muy bien qué tipo de inversión es más adecuada para nosotros y nuestras metas financieras.
Uno de los tipos de inversión más común son las acciones, que permiten a los inversores participar y beneficiarse del crecimiento de una empresa, pero también hay otras opciones como los bonos y las materias primas.
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Tipos de inversiones
Comúnmente las inversiones se relacionan con los famosos instrumentos financieros, pero el espectro de los tipos de inversión es mucho más amplio. Aquí te presentamos algunas de las inversiones relevantes:
Acciones
Una acción representa una fracción del patrimonio de una empresa o sociedad anónima abierta. Poseer esta parte le da al inversor un derecho de propiedad y el control de un porcentaje específico de la compañía. Los propietarios de las acciones de una determinada empresa son conocidos como accionistas y tienen la posibilidad de participar en la toma de decisiones de la empresa.
Seleccionar acciones para invertir permite especular sobre los precios de las acciones de las empresas más influyentes del mundo, además de ofrecer un mayor potencial de crecimiento a largo plazo, así que son una gran opción si planeas una inversión para periodos de tiempo extensos. Por ejemplo, los inversores que mantienen sus inversiones en acciones por más de 10 años generalmente obtienen rendimientos positivos y altos.
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Materias primas
Además de ser una forma de generar ingresos, invertir también es una gran estrategia para protegerse de la inflación si se hace de forma eficiente, ya que los flujos de efectivo más altos aumentan el poder adquisitivo de los inversores incluso cuando la tasa de inflación está aumentando.
Una de las alternativas más conocidas para invertir son las materias primas o commodities, que son recursos como el petróleo, los cereales, productos animales y metales, entre otros. Invertir en materias primas es una opción para diversificar el portafolio de inversiones y sus rendimientos pueden ayudar a reducir la volatilidad general de la cartera.
Fondos
Finalmente, otra opción a considerar para invertir son los fondos. Estos son instrumentos manejados por administradores de inversiones que autorizan a las personas a invertir en acciones, bonos o materias primas, pero los fondos pueden ser de tipo común o cotizados en bolsa, también llamados ETF.
Los fondos mutuos no cotizan en bolsa y se valoran al final del día que se lleva a cabo la negociación. En cambio, los ETF sí se negocian en bolsas y se revalorizan constantemente.
Sin duda existen muchos tipos de inversión, pero para generar ingresos de forma efectiva es importante estudiar cada alternativa, independientemente de que sean acciones, materias primas o fondos, y analizar si se ajustan a nuestras metas y necesidades. También debemos tomar en cuenta cuánto riesgo queremos asumir y cómo impactará en nuestra planificación de inversión.
