Según estadísticas del INEGI, entre los años 2010 y 2016 se registraron más de 40 mil suicidios consumados en México. Asimismo, se detectó que por cada situación en la que se concretaba el acto suicida, podría haber hasta 8 casos en los que la persona había fallado en su propósito. Estas elevadas tasas nos alertan sobre la gravedad del problema y nos exhortan a prevenir tal situación desde todos los ángulos sociales.
Cabe mencionar que mientras algunos de los fallecimientos por suicidio ocurren silenciosamente, otros más, en su mayoría, muestran dos o tres señales de las que se enlistan a continuación.
Esto dentro de un periodo de dos a tres meses previo a la muerte. Aprendamos a identificarlas y salvemos vidas:
- Presenta cambios frecuentes en los hábitos de dormir y comer.
- Se aleja de sus amigos, su familia o de sus actividades cotidianas.
- Se muestra violento (a), y su comportamiento es rebelde o se va de casa.
- Usa drogas o bebidas alcohólicas.
- Comienza a descuidar de su imagen personal.
- Presenta cambios muy notables en su personalidad.
- Se siente constantemente aburrido (a) y le es difícil concentrarse por lo que su desempeño escolar o laboral disminuye.
- Se queja frecuentemente de dolores de cabeza, de estómago y fatiga, que están por lo general asociados con el estado emocional de la persona.
- Pérdida de interés en sus pasatiempos y otras distracciones.
- Se muestra poco tolerante ante los elogios o los premios.
- Se cree una persona mala o abominable.
- Dice frases como "No seguiré siendo un problema", "Ya nada me importa", "Para qué molestarse" o "No te veré otra vez".
- Pone en orden sus asuntos, por ejemplo: regala sus posesiones favoritas, limpia su cuarto, tira papeles o cosas importantes, etc.
- Luce muy contento después de un período de depresión.
- Tiene síntomas de sicosis (alucinaciones o pensamientos extraños).
Si identificas algunos de estos puntos en tu hijo, algún otro familiar o persona cercana. Acércate, hazle saber que estás consciente de su llamado y busca apoyo profesional. No dejes pasar por alto ninguna señal. Recuerda que una vida es la que está en juego y tú puedes ayudar a salvarla.
FUENTES: